punto de quiebre.

Ya no sé si hay vida
Digo que la misma no es justa
Pero soy yo el que no se ajusta a ella
Es como un campo de espinas, no tengo opción 
Y mis pies están descalzos.
Me dan ganas de llorar, lo juro, evitó las lágrimas por que al mundo no le importa
Elijo llorar con pensamientos, ahí nadie lo nota
Mis carcajadas y risas las convertí en mi mecanismo de defensa, en mi realidad más hipócrita.

Álvaro Vargas

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