Siempre estubo a mi lado y nunca lo noté, lo ignore, neanbula en mi mente, recorre lo más profundo de mi conciencia, cada neurona, cada átomo, siempre persistió, inquebrantable mantuvo mi esencia.
Descansaba en mi pecho en sintonía con cada latido, armoniosa en cada línea con su sincronía con cada suspiro, alivio a mi alma consigo trae, como el fresco viento en medio de un desierto, como cuando la vez y te pones contento.
No hablo de una mujer, ninguna me sería tan fiel.
Le escribo a ella, la q me desnuda sin quitarme la ropa, me da luz sin ser estrella, tan honesta y pura, se refleja entre papel y líneas no hablo de otra q no sea la escritura.
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